5 feb 2024
Anna Karla Uribe Escalante
Especialista en Estudios Latinoamericanos, Globalización, Regionalización y Geopolítica. Colaboradora externa de Global Thought
"Un hombre que no valora la vida no merece una vida"
La Lista de Schindler (1993)
“Somos muñecos cuyos alambres mueven unos poderes desconocidos. ¡No somos nosotros mismos! ¡No somos nada!”
Anomalisa (2015)
La realidad internacional del siglo XXI y la “nueva normalidad” pospandemia se caracterizan por ser “normalidades” de la incongruencia. Es decir, existe una evidente falta de compatibilidad entre lo que se dice y lo que en realidad se hace. Es un mundo donde se ve y se habla mucho y en contraste, se escucha poco, servil a las palabras y poco involucrado con las acciones; sobre todo, con aquellas que definen nuestra humanidad: la voluntad de discernir, de empatizar, de cooperar y de generar escenarios ganar-ganar construidos desde la compasión.
Por un lado, los grandes medios de comunicación, las producciones cinematográficas más taquilleras y las plataformas streaming bombardean a los Sapiens del mundo con la idea de una sociedad internacional incluyente e inclusiva, donde el color de la piel, la sexualidad, el género, la apariencia y la diversidad cultural son el código de poder y de fuerza para un siglo XXI más pacífico; pareciera que ver un teatro de la inclusión, de facto, nos convierte en sujetos progresistas y tolerantes.
A contrapelo, los líderes que encabezan Estados con el monopolio del uso de la fuerza, han decidido que el diferente es una amenaza, un criminal que merece y debe ser aniquilado, exterminado y olvidado. La expulsión de lo distinto, como titula su libro el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, es la normalidad hegemónica de esta “era pospandémica”.[1]
La pandemia del 2019, acrecentó los miedos y diseminó con fuerza la idea de la cotidianeidad como un ambiente de inseguridad, donde el otro, el menos parecido a mí, es quien sobra, es el otro quien debe ser borrado para garantizar la propia existencia. Con ese reboot de la supervivencia de “los mejores”, se construyen lógicas de descalificación y la construcción de “enemigos” de sujetos “peligrosos”, “irracionales” y “prescindibles”. En ese barco de la intolerancia al diferente y la búsqueda de lo igual, se asignan categorías a personas que tienen un objetivo igual que el propio: vivir vidas sin miedo y con el mayor número de momentos felices posibles.
Sin embargo, ese objetivo en común, se ve invisibilizado por una cotidianeidad que se percibe como incierta. Es necesario mencionar que la incertidumbre, está íntimamente vinculada con el miedo; posicionados en el segundo mes del año 2024, basta abrir un periódico o un sitio web para entrar en shock, en una emoción de pánico y, por ende, volverse un sujeto pesimista y temeroso. Me parece importante mencionar, cuáles considero que son los vínculos entre incertidumbre y miedo en este orden mundial tan desigual y desordenado.
1. Un futuro poco claro, dadas las diversas crisis actuales (climática, económica, política, social, ética e institucional), genera la percepción de que el propio modelo de vida y de nuestros círculos cercanos están amenazados. En ese sentido, para buscar una respuesta a las crisis, la tendencia conduce a encontrar chivos expiatorios para culparlos. Lo anterior, ha llevado a que se genere un ambiente de hostilidad hacia grupos que, especialmente la civilización occidental, califica como peligrosos.
2. La percepción de recursos naturales, indispensables para la vida, no renovables, finitos, limitados y la sensación de escasez intensifica la competencia y el conflicto por controlar, privatizar y evitar la socialización de esos bienes.
3. Ámbitos de incertidumbre generan cambios no esperados. Es normal que los cambios produzcan miedo y lleven a un estado de incomodidad, de resistencia y una búsqueda por mantener el statu quo. Para conseguir ese confort, se está dispuesto al enfrentamiento.
4. La incertidumbre genera polarización social y en la búsqueda de respuestas a entornos problemáticos, es habitual la aparición de posturas extremas que culpen a otros de amenazar los propios valores y la seguridad.
5. La incertidumbre conduce a la desconfianza, no sólo del otro, sino de los mecanismos que, supuestamente, están diseñados para proteger la vida y el bienestar de la misma. En ese sentido, nos encontramos con una crisis de las instituciones que, frente al descontento social, buscan salidas de corto plazo, siendo una de ellas el exterminio. Es decir, la mejor manera de callar una protesta es asesinando a los protestantes.
Con este panorama como antecedente, no asombra que cada día escuchemos narrativas que justifican el asesinato. En este escrito, no se pretende invisibilizar otras historias de muerte que cada día, cada hora y cada minuto ocurren en el mundo. Sin embargo, es necesario hablar del escandaloso genocidio en ciernes por parte del Estado de Israel a la población palestina. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (2024), se entiende por genocidio al “exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.[2]
Es posible asegurar, que este genocidio contra el pueblo palestino, es una construcción histórica de largo plazo que comenzó con desplazamientos forzados en la Franja de Gaza (sitio donde habitan poco más de dos millones de palestinos y que es uno de los territorios más densamente poblados por km2 en el mundo) y que ahora se concreta con asesinatos.
El Estado de Israel, no ha modificado su agenda para con el pueblo palestino desde el siglo XIX. Es necesario recordar que, en 1870, se fundaría en Inglaterra la Compañía Colonial Sirio Palestina, con el fin de asegurar la colonización de Palestina, Siria y los países vecinos por “personas decentes”, tanto cristianas como judías (Amir, 2024).[3] Con ese imaginario histórico construido, no asombra cómo aún existe gente dentro de Israel (15% de la población) que apoya la incursión bélica del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
A pesar de ello, es importante señalar que el genocidio en ciernes, difícilmente favorecerá al gobierno de Israel; desde el ataque el 07 de octubre de 2023 por parte de Hamás a territorio israelí (donde fallecieron en promedio 1,200 personas israelís y extranjeras), la popularidad de la escalada militar contra Hamás en la Franja de Gaza (la cual hasta ahora ha dejado, de acuerdo con datos de Naciones Unidas, 25, 000 civiles palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños, 62,681 heridos y 1.7 millones de personas desplazadas dentro de Gaza)[4] va en declive. Con base en una encuesta realizada por el Instituto Israelí para la Democracia (2024): Sólo al 15% le gustaría ver a Netanyahu como primer ministro cuando acabe la guerra, y sólo una cuarta parte de los encuestados cree que, efectivamente, podrá mantener la actual coalición después de la guerra.[5]
A dicha perspectiva interna se suman los llamados internacionales de apoyo a la petición de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para juzgar al Estado de Israel por actos de genocidio. Es interesante que sea Sudáfrica, un país que experimentó actos genocidas durante el período de vigencia del apartheid (1948 hasta principios de la década de 1990), quien dirija esta solicitud (realizada el 29 de diciembre de 2023) basada en los siguientes supuestos:
“Israel está matando a palestinos en Gaza en grandes cantidades, causándoles graves daños físicos y mentales, imponiendo medidas destinadas a impedir los nacimientos palestinos e infligiendo condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción de los palestinos como grupo. Sudáfrica cita expulsiones y desplazamientos masivos; privación de acceso a alimentos y agua adecuados, atención médica, refugio, ropa, higiene y saneamiento; y la destrucción del tejido social de la vida palestina en Gaza. Sudáfrica sostiene además que los "actos de genocidio" deben situarse en "el contexto más amplio de la conducta de Israel hacia los palestinos durante sus 75 años de apartheid, sus 56 años de ocupación beligerante del territorio palestino y sus 16 años de bloqueo de Gaza” (Stroehlein, 2024).[6]
La petición sudafricana ha ganado aliados en el mundo donde destacan: Jordania, Turquía, Malasia, Brasil, Bolivia, Colombia, Venezuela, los 57 miembros de la Organización de Cooperación Islámica, incluidos Irán, Irak, El Líbano, y Arabia Saudí. Se debe destacar que el 26 de enero de 2024, mediante el comunicado No. 040, el Gobierno de México expresó su beneplácito a las medidas provisionales de la CIJ para prevenir y sancionar el genocidio en la Franja de Gaza, en el mismo, México se apega al principio de política exterior sobre la solución pacífica de controversias y “hace un llamado a las partes para que implementen un cese al fuego inmediato y duradero, que detenga el sufrimiento de la población civil y que permita a las partes entablar negociaciones que pongan fin al conflicto” (SRE, 2014).[7]
Dicho respaldo internacional para hacer cumplir la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, contrasta con aquellos que no tienen ningún problema con ser cómplices del genocidio del pueblo palestino, especialmente, Estados Unidos y la Unión Europea, adalides de la civilización occidental que, no dejan de demostrar que en este siglo XXI la libertad promovida desde estos nortes globales sólo se garantiza para unos cuantos a costa de la sangre de muchos. Lo único que queda evidenciado, es cómo las certezas brindadas por Occidente, hoy se convierten en incertidumbres insostenibles. Su dominio debe llegar a su fin para intentar construir desde nuevos lugares.
En esta dividida realidad internacional del siglo XXI, un siglo plagado de información e imágenes, donde es difícil ocultar los millones de fotografías y videos en vivo sobre lo que pasa en Palestina y en otros espacios de la Tierra, la neutralidad no es una opción, esta te sitúa del lado de los victimarios. ¿Y qué hacemos nosotros desde nuestra lejana existencia en la América Latina? Un primer paso es alzar la voz, socializar el conocimiento que invita a la empatía, para evitar la desinformación y los fake news que promueven e incitan al odio.
Propagar discursos de odio sin que existan consecuencias claras para los perpetradores de delitos, fomentará la emergencia de nuevos grupos extremistas, donde Palestina, se convertirá en uno de los principios del fin de nuestra humanidad, la cual debe a toda costa buscar la paz y evitar la guerra. Guerra y muerte, jamás serán compatibles con la paz, el amor y la vida. Es necesario reeducarnos desde el amor como bien señalaba Nelson Mandela (aquel líder libertario sudafricano): "Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, pues el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario".
Referencias
[1] Han, Byung-Chul. (2017). La expulsión de lo distinto. Herder. Barcelona, España.
[2] Sería un judío polaco llamado Raphael Lemkin quien acuñaría la palabra “genocidio”, superviviente del Holocausto nazi, generó este significante a partir del sustantivo griego genos (raza, pueblo) y del sufijo latino cide (matar). Para ampliar se recomienda la lectura del artículo: Raphael Lemkin, el hombre que se inventó la palabra "genocidio", publicado por la BBC en 2019 (https://www.bbc.com/mundo/noticias-46893450).
[3] Amir, Carlos. (2024). Israel o el «demonio exterminador» de Palestina. En Rebelión. Fecha de consulta: 26/01/2024. Recuperado de https://rebelion.org/israel-o-el-demonio-exterminador-de-palestina/
[4] Naciones Unidas. (2024). Israel-Palestina: 25.000 civiles muertos en Gaza mientras siguen aumentando las necesidades humanitarias. Fecha de consulta: 26/01/2024. Recuperado de https://news.un.org/es/story/2024/01/1527222
[5] Aharon-Shafran, Dikla. (2024). ¿Cuántos apoyan el liderazgo de Netanyahu el día después de la guerra?. En All Israel News. Fecha de consulta: 26/01/2024. Recuperado de https://allisrael.com/es/cuantos-apoyan-el-liderazgo-de-netanyahu-el-dia-despues-de-la-guerra
[6] Stroehlein, Andrew. (2024). La denuncia de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia. Fecha de consulta: 26/01/2024. Recuperado de https://www.hrw.org/es/news/2024/01/10/la-denuncia-de-genocidio-contra-israel-ante-la-corte-internacional-de-justicia
[7] SRE. (2024). Comunicado No. 040. Fecha de consulta: 26/01/2024. Recuperado de https://www.gob.mx/sre/prensa/el-gobierno-de-mexico-expresa-beneplacito-a-las-medidas-provisionales-de-la-cij-para-prevenir-y-sancionar-el-genocidio-en-la-franja-de-gaza
Las opiniones expresadas en este texto no representan la postura institucional de Global Thought.