¿Es la "nueva era" rusa?
1 mar 2022
Jazzel Padilla Martínez
Columna Invitada
Será que en esta nueva era en la que todo es desechable, los conflictos más allá de las armas también podrán desestimarse.
Será que en esta nueva era en la que todo es desechable, los conflictos más allá de las armas también podrán desestimarse.
El 24 de febrero Rusia inició una guerra contra Ucrania, uno de esos conflictos que por estar del otro lado del mundo aparentemente no nos afecta, cuando todo esto parecía una amenaza más, mi hermano me preguntaba qué pensaba, como una persona que planea todo mi repuesta inmediata fue “algo bueno a muy corto plazo debe obtener para invertir en una guerra”, pero días después me sorprendí preguntándome “¿realmente es necesaria la anexión de estos territorios?”, es decir, ¿la autosuficiencia de Rusia depende de la ocupación de territorios que formaron el frente de la extinta URSS?; y mi repuesta fue clara… No.
La humanidad en general no necesita de estos conflictos, la zona en particular mucho menos, la potencia rusa es el proveedor de energía de la disminuida Unión Europea, cuyos líderes se encuentran inmovilizados por los errores del pasado y no fueron capaces de responder a los reclamos de ayuda del presidente ucraniano, las grandes alianzas del pasado incluida la hegemonía del gigante norteamericano parece ser parte del escenario de una trama que se encuentra desgastada, los acuerdos de escritorio quedaron atrás y las advertencias estadounidenses se quedaron en el escritorio, quedando como parte del panorama ante un mundo preocupado pero a la vez ajeno del terror de los bombardeos, por lo menos en el día a día de un ciudadano común.
Por otra parte el actuar de Ucrania resulta confuso, si bien el conflicto no es reciente, el accionar de sus líderes parece desesperado ante el tiempo de la advertencia que tuvo un primer choque con los rusos en 2014. Durante ocho años las autoridades ucranianas parecen haber preferido dejar en manos de los ciudadanos la defensa e la zona, personas que en lugar de pensar en que se pondrían al día siguiente, invirtieron su tiempo en entrenamientos amateurs para lograr una defensa incipiente que ahora es inválida ante el poderío ruso, pero que corre el riesgo en perpetuarse como otra guerra de guerrillas fallida e inservible.
Sin embargo, la guerra no es algo nuevo y mucho menos en esta región del mundo azotada por ocupaciones y enfrentamientos desde hace siglos, mismos que han resultado en problemáticas más graves. Más allá del enfrentamiento con tanques, armas y uniformes, se encuentran los resentimientos que en menos de 100 años nos han hecho cometer errores y atrocidades en nombre del honor y bajo la dirección de líderes carismáticos que más allá de tener la razón llevan a una grave descomposición social, de la cual parecemos no aprender.
Es por eso que, no, una guerra en nuestro presente no es necesaria.
Jazzel Padilla Martínez es Licenciada en Estudios Latinoamericanos.
*Imagen recuperada de El País.