AMLO y el “Súper” Peso
10 mar 2023
Francisco García Benavides
Decía el expresidente José Luis López Portillo: “presidente que devalúa, se devalúa”.
El “súper” peso rompió la barrera de las $18.00 unidades el viernes pasado. De un año a la fecha pasó de $20.9 a $17.95 pesos por dólar, una apreciación del 14.28 por ciento. Ante el fortalecimiento de la divisa mexicana, AMLO no se ha cansado de presumirlo como un triunfo de su gobierno, argumentando que es “algo que no se veía desde hace medio siglo”.
Sin embargo, ¿en realidad es una victoria de la 4T como nos lo quiere hacer creer?
Los Factores
Para empezar, el peso mexicano es la tercera divisa con mayor operación y liquidez del mundo, lo que les permite a los inversionistas comprarla y venderla fácilmente. Por esto, así como cualquier bien, el peso está sujeto a su oferta y demanda internacional. En este contexto, las principales razones que explican su fortalecimiento son: diferencial de tasas, flujo histórico de remesas y la llegada de Inversión Extranjera Directa (IED).
El primer factor es el diferencial en las tasas. El bono mexicano está pagando el 12.09 por ciento anual mientras que en Estados Unidos es de 5.03 por ciento. Si se descuenta la inflación en México del 7.9 por ciento y en Estados Unidos del 6.04 por ciento existe un rendimiento real positivo en nuestro país en contraste con EUA.
Naturalmente, esta ganancia es bastante atractiva para la inversión en portafolio; generando que estos capitales extranjeros están colocándose en el mercado de deuda mexicano. Cabe aclarar que el Banco de México, siguiendo su mandato constitucional, ha demostrado que está comprometido a combatir la inflación con su política monetaria restrictiva. Inclusive, en su última decisión fue más agresivo de lo que el mercado anticipaba, con un incremento de 50 puntos base.
Segundo, la llegada de las remesas ha sido histórica. Tan sólo en enero el dinero enviado por los mexicanos que están en el extranjero creció en un 12.45 por ciento y continuando con la racha de 33 meses al alza. Esto lejos de ser una noticia positiva, como AMLO lo alardea, es una auténtica vergüenza. Representa un agravio ya que México fue incapaz de darles a todas estas personas oportunidades de desarrollo y mejores condiciones de vida que si consiguieron especialmente en Estados Unidos.
Tercero, el país ha sido receptor de una fuerte llegada de IED. El 2022 rompió el récord de siete años. Inversiones como la gigafactory de Tesla en Nuevo León envían un mensaje positivo al mundo. Aunque, estos flujos de IED en realidad se están gestando por el reordenamiento de localización industrial derivado del desacoplamiento económico entre China y Estados Unidos. Esto a pesar de que AMLO se ha dedicado a desalentar la inversión extranjera en el país.
No obstante, otro factor positivo es la supuesta política macroeconómica “prudente” que ha tenido el gobierno mexicano. Pero, al analizar a detalle las finanzas públicas y su trayectoria, no son tan equilibradas ni sostenibles como aparentan serlo. En parte, por las presiones del costo de la deuda, el incesante gasto en pensiones y en programas sociales, que tiene más bien una lógica política, y el despilfarro en obras de infraestructura inservibles como: el AIFA, Refinería Dos Bocas y el Tren Maya que están creando agujeros negros en las finanzas estatales.
Ganadores y Perdedores
Ahora bien, como cualquier cambio, hay ganadores y perdedores.
Por una parte, un dólar más bajo es atractivo para los consumidores que importan productos del extranjero, así como para las empresas que comprar tecnología e insumos para sus procesos productivos del extranjero.
Entre los perdedores destaca el sector exportador manufacturero, que es el motor de la economía mexicana. Esto le resta competitividad al país al mismo tiempo que estas empresas enfrentan mayores costos laborales derivado de los procesos inflacionarios. También, salen damnificados todos los receptores de las remesas, que a pesar de que se baten los récords, el dinero de millones de familias mexicanas vale menos.
En el pasado, la economía era manejada desde Los Pinos y eso contribuyó a las sistemáticas crisis que enfrentó en la segunda mitad del siglo XX.
La solidez de Banxico
A pesar de que AMLO quiere colgarse la medalla del “súper” peso, esto no tiene nada que ver con él, sino obedece a factores externos y al ejemplar desempeño que ha tenido el Banco de México, que, desde que es autónomo ha estado a la altura de las circunstancias.