Víctor Hernández | Globalthought
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Los porristas verde olivo

14 nov 2022

Víctor Hernández

Cabo de turno

La periodista Nancy Flores del portal Contralínea publicó en fecha reciente dos artículos[1], enmarcados en las filtraciones del grupo Guacamaya de documentos clasificados de la Secretaría de la Defensa, que aportan evidencias de algo que la comunidad académica mexicana ya sospechaba desde hace años; a saber, que existe un núcleo de académicos y líderes de opinión cuya honestidad intelectual está en duda dada su relación económica con la SEDENA. Una revelación similar, hecha casi de manera simultánea, provino de la periodista Anabel Hernández, quien también basó su hallazgo en la información filtrada por el grupo Guacamaya. [2]


            Los aclamados historiadores de los estudios de seguridad nacional, Barry Buzan y Lene Hansen, describen el dilema que abruma a todos los profesionistas dedicados a los temas de seguridad y defensa, la dicotomía entre el académico y el consultor[3]. El académico, por regla general, está motivado por la búsqueda de la verdad y la forma de encaminarlo a encontrarla es a través de los métodos propiamente académicos (la revisión de artículos entre pares, el principio de reproductibilidad de los experimentos, etc.). Por otro lado, el consultor es contratado como prestador de servicios para realizar tareas previamente definidas por su empleador, y en ese sentido, no goza de la misma libertad que el académico para criticar la visión del mundo de quien le contrata. ¿Quién contrataría a un chef para cocinar una hamburguesa si a la mitad del camino el chef decide que quiere reinventar la receta de la hamburguesa y prepararla a disgusto del cliente? [4]


            Es iluso pensar que los académicos están libres de toda tentación económica. Las becas, los estímulos a programas de investigación, claramente redirigen y enmarcan la investigación de quien se somete a los lineamentos de estos apoyos. Sin embargo, los académicos y líderes de opinión señalados por Nancy Flores y Anabel Hernández han ocupado los principales reflectores mediáticos del mundo de la seguridad y defensa en México y estas revelaciones nos hacen dudar si las convicciones que han defendido en público provienen de su genuino asentimiento o del incentivo que tienen de preservar su relación económica con las Fuerzas Armadas.


Los personajes aludidos en estas filtraciones han tenido desde hace años un papel prominente como docentes y conferencistas en los planteles de educación militar y naval, lo que ha tornado al sistema educativo militar, en la práctica, en una cámara de resonancia donde se repite la misma consigna: La intervención de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública no sólo era legítima, sino urgente e inevitable. Las Fuerzas Armadas son pueblo uniformado, de conducta intachable y su intervención en nuevos espacios traerá los beneficios de su característica disciplina. A los siempre leales, a los que dejan todo por cuidar a México, no les debemos mas que eterno agradecimiento y reverencia.


Las cámaras de resonancia son peligrosas porque refuerzan prejuicios, asfixian el pensamiento crítico y dan una falsa impresión de consenso en torno a una materia. Es el típico caso del asesor del empresario o el político que a su jefe le dice que todo está bien, no para describir la realidad, sino para mantener al patrón contento. Si un líder no tiene asesores que le digan la realidad cruda y dura, es imposible corregir el rumbo si se está cometiendo un error.


            Las revelaciones de estos documentos no afirman, hasta el momento, que los líderes de opinión mencionados hayan cometido delito alguno. No es delito ser proveedor de la SEDENA, no es delito cobrar como profesor del Colegio de Defensa o del CESNAV, no es delito recibir condecoraciones o cartas de agradecimiento por los servicios prestados. Pero la academia es indudablemente un compromiso con la verdad, aunque duela, aunque contradiga nuestras creencias más fundamentales. Y a la luz de estas revelaciones cobra sentido la actitud de apología a la militarización que estos personajes han realizado incluso frente a la abrumadora evidencia del desastre que ha sido como política pública.


            ¿Puede acreditarse que estos académicos fueron pagados para hablar bien de la Fuerzas Armadas? Probablemente no, sería inusual emitir un recibo de honorarios por concepto de ‘hacer la barba’. Sin embargo, de resultar auténticos los contratos, correos, reportes y facturas filtrados por el grupo hacktivista Guacamaya, sí que habría razones suficientes para dudar de la objetividad de estos personajes. ‘Cada quien habla como le fue en la feria’, probablemente muchos activistas y académicos también aclamarían a los militares si recibieran medallas al mérito docente militar/naval, si cobraran como asesores del Alto Mando o les invitaran a desayunos, desfiles y ceremonias regularmente.


Sin embargo, quienes se han puesto el uniforme y han formado parte del sistema de seguridad nacional no me dejarán mentir, desde fuera de la cámara de resonancia la realidad es muy clara: hay dos versiones de las Fuerzas Armadas, la que vemos en público (en los desfiles, en el plan DN-III) y la de a de veras, la de Tlatlaya, la de Palmarito, la de las ejecuciones extrajudiciales de Nuevo Laredo[5], la que ha llevado a decenas de miles de soldados a desertarse tras 15 años de guerra contra el narcotráfico (a causa de los abusos de mandos incompetentes y las condiciones de vida militar que rallan en la franca pobreza)[6], la que encubre a agresores sexuales contra personal dentro de las filas[7], la que tortura a cadetes y reclutas que recién causan alta en las Fuerzas Armadas[8].


            Cobrar por un trabajo realizado es un derecho, no es un mal en sí mismo. La compra/venta del trabajo académico al fin y al cabo es eso, un negocio, que necesita de dinero para ser sustentable. El investigador que recibe un estímulo por publicar, una beca, no es muy distinto de quien vende fruta en un mercado. Cambia la mercancía, pero no el mercado. Ahora bien, lo que publicamos como académicos o líderes de opinión no ocurre al alto vacío. Puede inspirar personas, puede incluso incidir en procesos de toma de decisiones. Si la guerra contra el narcotráfico y la militarización de la seguridad pública ya le han costado la vida a más de cuatrocientas mil personas[9], ¿podemos seguir prestando oídos sordos a la evidencia del fracaso de la estrategia? Sin importar si lo que opinamos y escribimos es a cambio de dinero o por pura gratuidad, no es una pregunta trivial, nos jugamos la integridad de nuestra propia consciencia al responderla.


Sobre el autor: Víctor Hernández es maestrante en Inteligencia y Seguridad Internacional del King’s College London y egresado del Centro William J. Perry de Estudios Hemisféricos de Defensa.

           

[1] Cfr. Nancy Flores, “Juan Ibarrola, columnista de ‘Milenio’, en la nómina de la Sedena”, Contralínea, 18 de octubre de 2022, disponible en: https://contralinea.com.mx/interno/semana/juan-ibarrola-columnista-de-milenio-en-la-nomina-de-la-sedena/ (consultado el 20 de octubre de 2022).Cfr. Nancy Flores, “Exsubsecretario de la Defensa recomendó al gral Cienfuegos cooptar periodistas”, Contralínea, 16 de octubre de 2022, disponible en: https://contralinea.com.mx/interno/semana/exsubsecretario-de-la-defensa-recomendo-al-gral-cienfuegos-cooptar-periodistas/ (consultado el 20 de octubre de 2022).

[2] Cfr. Anabel Hernández, Aristegui en vivo: Critican militarizacion en la CIDH, Layda v.s. Monreal, ponen fin a horario de verano y más, entrevistado por Carmen Aristegui, Aristegui Noticias, 26 de octubre de 2022, minuto 02:54:00 en adelante, https://aristeguinoticias.com/2610/aristegui-en-vivo/programas-completos/aristegui-en-vivo-critican-militarizacion-en-la-cidh-layda-vs-monreal-ponen-fin-a-horario-de-verano-y-mas/; Cfr. Anabel Hernández, «Académico de la UNAM es informante y asesor pagado por Sedena»: Anabel Hernández, entrevistado por Carmen Aristegui, Aristegui Noticias, 26 de octubre de 2022, https://aristeguinoticias.com/2610/mexico/academico-de-la-unam-es-informante-y-asesor-pagado-por-sedena-anabel-hernandez/.

[3] Cfr. Barry Buzan y Lene Hansen, The Evolution of International Security Studies (Cambridge: Cambridge University Press, 2016).

[4] La dicotomía entre el académico y el consultor es la dicotomía entre saber e incidir. El académico puede saber muchas cosas, pero rara vez incide en la toma de decisiones. El consultor participa directamente en la toma de decisiones, pero el saber que posee está condicionado a los requerimientos de su empleador.

[5] Cfr. “Tras cuatro años, juez reconoce participación de marinos en desapariciones de Nuevo Laredo; omite procesar a mando”, Animal Político, 27 de julio de 2022, disponible en: https://www.animalpolitico.com/2022/07/marinos-nuevo-laredo-desapariciones-juez-mando/ (consultado el 20 de octubre de 2022).

[6] Cfr. Andrés Estrada, “Más de 21 mil soldados se dan de baja con la 4T; el doble que en la segunda mitad de Peña”, El Sol de México, 7 de enero de 2022, disponible en: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/mas-de-21-mil-soldados-se-dan-de-baja-con-la-4t-el-doble-que-en-la-segunda-mitad-de-pena-7699345.html#:~:text=Entre%20enero%20de%202019%20y,documentos%20de%20la%20Secretar%C3%ADa%20deCfr. Zósimo Camacho, “Más de 55 mil deserciones en las Fuerzas Armadas”, Contralínea, 9 de junio de 2013, disponible en: https://contralinea.com.mx/portada/mas-de-55-mil-deserciones-en-las-fuerzas-armadas/ (consultado el 20 de octubre de 2022).

[7] Cfr. Pedro Matías, “Fiscalía Militar desestima pruebas y trata como suicidio la muerte de subteniente”, Proceso, 18 de marzo de 2020, disponible en: https://www.proceso.com.mx/nacional/estados/2020/3/18/fiscalia-militar-desestima-pruebas-trata-como-suicidio-la-muerte-de-subteniente-240057.html (consultado el 20 de octubre de 2022).Cfr. “Justicia para Karla: La acosan, se quita un tatuaje con bisturí y de la Marina la pasan a Guardia Nacional”, El Universal, 1 de septiembre de 2022, disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/tendencias/justicia-para-karla-la-acosan-se-quita-un-tatuaje-con-bisturi-y-de-la-marina-la-pasan-guardia-nacional (consultado el 20 de octubre de 2022).

[8] Cfr. Zorayda Gallegos, “Un cadete mexicano denuncia acoso sexual en una escuela militar”, El País, 2 de febrero de 2016, disponible en: https://elpais.com/internacional/2016/02/02/mexico/1454371406_055028.html (consultado el 20 de octubre de 2022).Cfr. Ezequiel Flores, “AMLO pide a Ojeda Durán que atienda el caso de Mary, cadete violada en la Semar”, Proceso, 21 de octubre de 2021, disponible en: https://www.proceso.com.mx/nacional/2021/10/21/amlo-pide-ojeda-duran-que-atienda-el-caso-de-mary-cadete-violada-en-la-semar-274359.html (consultado el 20 de octubre de 2022).

[9] Cfr. INEGI, «Defunciones por homicidio», 2022, https://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/proyectos/bd/continuas/mortalidad/defuncioneshom.asp?s=est.

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