26 may 2022
Itzel Coca Ríos
Nuestro país vive sumido en una crisis de violencia homicida desde hace casi 15 años; basta conocer las cifras.
Nuestro país vive sumido en una crisis de violencia homicida desde hace casi 15 años. Basta conocer las cifras de la tasa de homicidios dolosos por cada cien mil habitantes, un indicador usado a nivel mundial, para reconocerlo. De acuerdo con la gráfica 1 puede observarse que de 1992 a 2007 la tasa anual de homicidio intencional se encontraba en una importante tendencia a la baja, pasando de 19 asesinatos por cada cien mil habitantes a solo 8; de hecho, la tasa de homicidios en México se acercaba más a las cifras del promedio mundial a partir del año 2000 que a las del resto de América Latina, que es la región más violenta del mundo. Sin embargo, a partir de 2008, un año después de que se declarara en el país la “guerra contra el narcotráfico”, la tasa de homicidios se disparó de manera muy importante llegando en solo cuatro años a triplicar la tasa, con 24 homicidios por cada cien mil personas; de 2011 a 2015 hubo otro ligero descenso hasta llegar a cifras similares a las de 1995, pero a partir de ahí se percibe otro incremento, dejando la tasa de asesinatos en 29, casi seis veces el promedio mundial, que por su parte registra una ligera pero constante tendencia a la baja desde inicios de este siglo.
. Gráfica 1. Datos de UNODC (México y América Latina) y del Instituto de Evaluación y Mediciones de Salud (IHME) (mundial)[1]. Elaboración propia
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública[2] (SESNSP), de enero de 2015 a marzo de 2022 se registraron 345,512 personas víctimas de homicidio; de estas, al menos el 42.88% fueron asesinadas con un arma de fuego. De las 47,714 mujeres registradas como víctimas de homicidio (incluye todas las modalidades, tal como el feminicidio) al menos el 26.98% fueron asesinadas con un arma de fuego, mientras que de los 286,070 hombres en la misma situación, al menos el 46.83% fueron asesinados con este tipo de arma[3] (ver gráfica 2). De las 148,157 personas asesinadas con un arma de fuego en ese periodo, el 90.43% son hombres, y tomando en cuenta que representan el 82.2% de las víctimas totales de homicidio, puede verse que no solo la violencia en general sino todavía más la violencia con arma de fuego afecta desproporcionadamente a este sector de la población, mientras que las mujeres son víctimas proporcionalmente en mayor medida de otro tipo de modalidades de homicidio.
Gráfica 2. Datos del SESNSP, enero 2015 a marzo 2022. Elaboración propia
Los homicidios dolosos con armas de fuego presentaron una tendencia al alza de 2015 a 2019, cuando se estabilizaron para luego registrar un ligero descenso en 2021, aunque es muy temprano todavía para conocer si a partir de ahora se podrá conseguir una tendencia a la baja en los próximos años (ver gráfica 3). Es además importante mencionar que los homicidios dolosos constituyen el 63.36% del total de los homicidios, pero los homicidios dolosos con arma de fuego representan el 99.31% de los homicidios cometidos con arma de fuego, lo que sugiere que las personas que usan armas de fuego en México las usan para asesinar de manera intencional y no solo como un método disuasorio en situaciones de peligro.
Gráfica 3. Datos del SESNSP, enero 2015 a marzo 2022. Elaboración propia
Durante el 2021, la tasa de homicidio[4] del país fue de 41.51 asesinatos por cada cien habitantes; la tasa para mujeres fue de 10.91 frente a 71.26 para hombres. Por su parte, la tasa de homicidio con arma de fuego es de 18.58 para la población en general, siendo 3.31 mujeres asesinadas con arma de fuego por cada cien mil mujeres habitantes y 34.46 hombres en esa misma situación por cada cien mil hombres habitantes. Sin embargo, al desglosar los datos por entidad federativa pueden apreciarse diferencias importantes que nos hablan de dinámicas particulares en diferentes zonas del país.
Antes de ahondar en los datos por estado, debe tenerse en consideración que cada entidad reporta sus datos al SESNSP, y pueden existir diferencias en la forma de recolectarlos y clasificarlos, por lo que las comparaciones se realizan de manera ilustrativa del fenómeno, sin intención de evaluar a fondo las dinámicas particulares.
En términos netos, las entidades que reportan la menor cantidad de asesinatos entre 2015 y marzo de 2022 con armas de fuego son Yucatán (57), Aguascalientes (284) y Campeche (291); ponderando de acuerdo a su población, Yucatán y Aguascalientes también tienen las tasas más bajas de asesinato por cada cien mil habitantes de 2015 a marzo de 2022 (2.46 y 19.92, respectivamente), seguidas por Querétaro (28.37). Al desglosar los datos por sexo de la víctima, Yucatán, Aguascalientes y Campeche siguen siendo los estados con menor cantidad de asesinatos reportados tanto para hombres como para mujeres (6, 21 y 29 homicidios de mujeres con arma de fuego, respectivamente, y 51, 262 y también 262 asesinatos de hombres con este tipo de arma, respectivamente), y al tomar en cuenta la cantidad de población, Yucatán y Aguascalientes presentan las tasas más bajas para ambos sexos (0.51 para mujeres y 2.88 para hombres, 4.47 en mujeres y 37.61 en hombres, respectivamente cada estado), seguidos de Querétaro con tasas de 4.46 mujeres y 52.99 hombres por cada cien mil habitantes de cada sexo. Cabe señalar también que estos tres estados son los que presentan el menor porcentaje de homicidios con arma de fuego respecto al total de las víctimas reportadas: en Yucatán solo 5.69% del total de homicidios se cometieron con arma de fuego, en Aguascalientes fueron 14.58% y en Querétaro 17.64%; del total de homicidios de hombres, en Yucatán el 5.91% se efectuaron con arma de fuego, en Aguascalientes 16.66% y en Querétaro 19.27%; respecto de los homicidios de mujeres, las cifras señalan que en Yucatán 4.51% se llevaron a cabo con este tipo de arma, en Aguascalientes 5.71% y en Durango acumularon el 8.81% del total de homicidios.
Gráfica 4. Datos del SESNSP, enero de 2015 a marzo 2022. Elaboración propia
En el otro extremo, las entidades que presentan la mayor cantidad de homicidios con armas de fuego son Guanajuato (15,721), Estado de México (12,682) y Baja California (11,732), y estas mismas entidades son las más peligrosas para ambos sexos en términos netos, con 1,592, 1,265 y 1,004 homicidios de mujeres con armas de fuego y 14,199, 11,418 y 10,657 homicidios de hombres con este tipo de armas, respectivamente. Sin embargo, al considerar el tamaño poblacional, considerando los homicidios de 2015 a 2022 la tasa de asesinatos más alta se registra en Colima (476.49), seguida de Baja California (311.3) y Guerrero (288.93) para la población en general, así como para los hombres (tasas de 862.12, 560.72 y 518.34, respectivamente), pero en el caso de las mujeres hay un ligero cambio, ya que después de Colima (tasa de 92.78), el segundo estado con la tasa más alta de muertes por armas de fuego en mujeres lo ocupa Zacatecas (57.27), y en tercer lugar Baja California (53.73). Curiosamente estos tres estados son los que proporcionalmente reportan más homicidios con arma de fuego respecto al total: en Colima casi dos de cada tres homicidios se perpetraron con arma de fuego (65.43%), en Zacatecas 60.77% y en Baja California 58.44%; al desagregar los datos por sexo, en Colima y Baja California Sur poco más de dos terceras partes de los homicidios de hombres se ejecutaron con un arma de fuego (68.21% y 67.15%, respectivamente), seguido de Zacatecas (63.49%); en lo que concierne a las mujeres, los estados donde proporcionalmente se hace más uso de las armas para asesinarlas son Colima (55.13%), Zacatecas (47.89%) y Baja California (42.2%).
Puede verse entonces que la violencia homicida con armas de fuego no se distribuye de manera homogénea o aleatoria en el país, sino que existen entidades relativamente pacíficas tanto para hombres como para mujeres, mientras que algunos estados concentran una cantidad importante de asesinatos con armas de fuego, independientemente de la cantidad de población que en ellos habita. Dado que los estados que reportan menor cantidad de homicidios con armas de fuego, suelen ser también los que proporcionalmente registran menor incidencia de este tipo de asesinatos, cabría preguntarse si estas diferencias recaen en la manera en que registran y clasifican los datos o si realmente obedece a una menor incidencia del fenómeno de uso de armas para matar.
[1] Los datos de América Latina se componen del promedio de 15 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Datos de UNODC disponibles en: https://www.unodc.org/gsh/en/data.html y https://data.unodc.org/; datos de IHME disponibles en: https://ourworldindata.org/homicides#the-prevalence-of-homicide-today [2] Actualizados el 20 de abril de 2022, con información hasta el 31 de marzo de 2022; disponibles en: https://www.gob.mx/sesnsp/acciones-y-programas/victimas-nueva-metodologia?state=published [3] Existen en esa base 11,728 registros de víctimas de homicidio de sexo no identificado.
[4] Datos de población de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2020 de INEGI, disponibles en: https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/
Itzel Coca Ríos es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM, Maestra en Ciencias Sociales y Doctora de Investigación en Ciencias Sociales con Mención en Ciencia Política por la Flacso-México. Ha trabajado temas de derechos humanos, democracia, seguridad y justicia desde sociedad civil, academia e instituciones de gobierno, actualmente es investigadora en la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.