Agenda Global del 17 al 22 de noviembre: seguridad y diplomacia internacional.

Esta semana, diversas noticias giraron en torno a decisiones sumamente importantes en las que la seguridad y la diplomacia internacionales fueron foco de la agenda global.

La semana comenzó con la aprobación de la Resolución 2803, inspirada en el plan de paz propuesto por Donald Trump. El Consejo de Seguridad pasó, con trece votos a favor y dos abstenciones por parte de Rusia y China, el plan para el cese al fuego y reconstrucción de Gaza. Esta resolución no sólo busca asegurar las fronteras de Gaza con Israel y Egipto, también tiene como objetivo proteger a los civiles y los corredores humanitarios dentro de la Franja. Así, la resolución establece dos estrategias principales. Primero, el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización compuesta por 20,000 militares. Segundo, la creación de una Junta de Paz, que estará presidida por Trump, mismo que tendrá la autoridad final en las decisiones.

Imagen recuperada de El País

Si bien este plan ha significado un gran esfuerzo para establecer el cese al fuego, las medidas consideradas para su puesta en marcha resultan, en cierto punto, cuestionables. La ausencia de la representación palestina en el Consejo de Seguridad para el proceso de aprobación de la resolución como observador, implica una desconsideración de sus demandas y necesidades. En contraste, la presencia del Embajador israelí pone en duda los intereses e imparcialidad de la resolución. En este sentido, Hamás rechazó las medidas sugeridas, alegando que favorecía la ocupación israelí.

Ahora bien, las noticias respecto a la injerencia estadounidense continuaron a lo largo de esta semana. En los últimos dos meses, la Marina de Estados Unidos (EE.UU.) ha estado posicionando buques de guerra cerca de la costa de Venezuela. Hasta ahora, se han identificado cerca de 100 puntos recorridos por estos elementos militares. La justificación por parte de EE. UU. se basó en una supuesta operación antidrogas; sin embargo, las diferentes posiciones de los buques están alejadas de las rutas de contrabando más transitadas, generando dudas sobre el propósito de la misión. En consecuencia, la presencia estadounidense en aguas caribeñas representa la mayor exhibición de fuerza en la región desde la Crisis de los Misiles de 1962, lo cual se traduce en una fuerte alarma internacional y de presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.

Aunado a lo anterior, el despliegue de los navíos estadounidenses ha traído consecuencias colaterales. El sábado 22 de noviembre, las aerolíneas Iberia, TAP, Avianca, Caribbean, GOL y Latam anunciaron la cancelación de sus vuelos a Venezuela de forma indefinida tras el aumento de actividad militar cerca del país.

Imagen recuperada de The New York Times en Español

En el mismo hilo de los acontecimientos sobre EE. UU., en la tarde del viernes 21 de noviembre, el presidente Trump se reunió con el alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, en la Casa Blanca. Este encuentro representó un momento esperado debido a la inicial tensión entre ambas figuras políticas, ya que la posibilidad del triunfo de Mamdani para Trump era un desastre, al tacharlo de “comunista sin experiencia y con un historial de fracaso absoluto”. No obstante, esta perspectiva pareció desvanecerse el pasado viernes, pues los elogios y la cordialidad resaltaron en su reunión. Ambos evitaron cualquier tipo de enfrentamiento y enfatizaron en trabajar para mejorar la asequibilidad en Nueva York y en el país en general.

Recuperado de CNN en Español

Esta cordialidad no fue la misma para Ucrania, ya que Trump dio un ultimátum a Volodimir Zelensky para que aceptara su plan de paz de 28 puntos, el cual incluye concesiones territoriales a Rusia, límites al tamaño del ejército ucraniano y la prohibición para ingresar a la OTAN. Así, el plan fue bien recibido e incluso respaldado por Vladímir Putin, quien lo consideró como un paso importante para poner fin a la guerra iniciada en 2022. No obstante, la reacción de Kiev hacia dicha propuesta, claramente, fue negativa al considerarla inaceptable y en contra de su dignidad nacional. A pesar de ello, Trump fijó como fecha límite el 27 de noviembre para que se pronunciara sobre la propuesta, advirtiendo que, de no aceptarla, podría enfrentar un retroceso en el apoyo por parte de EE. UU. Esto puso en jaque al gobierno de Zelensky. el cual se encuentra en la disyuntiva entre la dignidad y un socio clave. La respuesta ucraniana estará en pie los siguientes días, esperando el apoyo de otros Estados para saber la decisión o inclusive la reconsideración respecto a lo demandado por el presidente estadounidense. 

Imagen recuperado de La Nación

Ahora bien, en temas más diplomáticos, el viernes 21 de noviembre la Cumbre del Clima, organizada bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) celebrada este año en Belém, Brasil, llegó a su fin. Después de once días de diálogo y negociaciones entre casi 200 naciones, el encuentro internacional concluyó en la aprobación del documento llamado Mutirão. No obstante, esta declaración final fue objeto de crítica y motivo de la prolongación del cierre de la Cumbre, ya que esta no incluyó ninguna referencia a la eliminación gradual de combustibles fósiles. En consecuencia, 38 países rechazaron la serie de borradores publicados el mismo viernes, argumentando que la omisión de una hoja de ruta contradecía los compromisos asumidos en anteriores cumbres. En otras palabras, los esfuerzos por mejorar las cuestiones climáticas fueron casi nulos al no haber compromisos duraderos.Prueba de ello, fue la ausencia de EE. UU., quien resulta ser el mayor país productor de petróleo en el mundo.

El encuentro llevado a cabo en el corazón de la Amazonía llegó a su fin, pero otro foro internacional se inauguró al día siguiente. Así, las noticias de la semana culminaron con el inicio de la Cumbre del G20 en Johannesburgo, Sudáfrica. Este foro reunió a cerca de cuarenta líderes de las principales economías del mundo y, por primera vez, fue celebrado en el continente africano. El inicio de la cumbre estuvo marcado por la defensa del multilateralismo, pero también por la ausencia de los presidentes de Argentina, China, EE.UU., México y Rusia.

Asimismo, la apertura estuvo encabezada por el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, quien enfatizó en la necesidad de fortalecer la credibilidad del grupo ante las complejidades geopolíticas y políticas. Además, la inauguración estuvo acompañada de la adopción de una declaración conjunta de 122 puntos que busca reforzar el compromiso internacional al instar por una mayor acción global frente a problemas que perjudican a los países más pobres como los desastres climáticos y la deuda soberana. 

Imagen recuperada de DW español

Las noticias de la semana mostraron una serie de eventos que parecen ser acontecimientos aislados, pero todos tienen algo en común: la seguridad y la diplomacia internacional. Dos aspectos globales que cada vez se ven más erosionados. Por un lado, la seguridad parece ya no ser una constante. En vez, la incertidumbre va en la alza y el solapamiento por parte de algunos países ante invasiones como la de Rusia a Ucrania o el genocidio en Palestina paracen ser más evidentes, en los que incluso se crean planes de acción sin la presencia de los afectados. Por otro lado, la diplomacia se está volviendo opcional para algunos países, los cuales prefieren mantenerse indiferentes e incluso ausentes ante la cooperación internacional. En consecuencia, es necesario cuestionar lo que está sucediendo en el mundo y qué reglas se están jugando. ¿Acaso hay una reconfiguración en el que la diplomacia y la seguridad internacionales ya no tienen lugar?