Las celebridades y su influencia política: El caso de Taylor Swift en las elecciones de Estados Unidos

En una era de comunicación ilimitada en todo el mundo y de cultura del entretenimiento, la capacidad de influencia de las celebridades se siente mucho más potente y conectado que el poder político. A menos, por supuesto, que los dos estén alineados.

Y es que, no hay duda de que los famosos tienen una influencia significativa en diversos aspectos de nuestra vida, desde las recetas que nos comparten en Instagram hasta los conjuntos elegantes y dignos de Pinterest. Nuestros hábitos y rutinas diarias se han visto afectados por las tendencias actuales de las celebridades, pero lo más importante es que algunas celebridades han estado influyendo por qué partido político votamos, o si votamos. 

Los políticos alrededor del mundo han visto este potencial y muchos han tratado de explotarlo. Cantantes y actrices se codean con presidentes y banqueros, las ONG presionan a músicos y estrellas del fútbol para que se conviertan en sus rostros públicos, ex políticos y políticos se asocian para organizar conciertos e impulsar acciones contra el calentamiento global, para luchar por los derechos de las mujeres o contra el racismo o ex jugadores de fútbol son elegidos gobernadores. 

En este marco, ha surgido una influencer potencial en el panorama político estadounidense: la estrella mundial Taylor Swift. Conocida por su musicalidad versátil, su talento para escribir canciones y su habilidad empresarial, Swift tiene un poder innato para movilizar a su gran número de seguidores.

Taylor Swift, es sin duda una artista con impacto internacional, su popularidad trasciende las fronteras americanas. Es la primera artista en ganar cuatro premios Grammy al álbum del año. También fue nombrada Persona del Año en 2023 por la revista Time. Esta celebridad ganó un impulso significativo gracias a su Eras Tour, su última gira mundial. Esta gira, su película y sus distintos álbumes convierten a esta artista en un fenómeno actual, lo que ha hecho que cuente con un gran impacto cultural, económico y político a nivel global.

Con todo eso, ¿puede una celebridad como Swift influir en el resultado de las elecciones presidenciales? Claro que puede. 

La cantante incursionó por primera vez en la política en 2018, cuando rompió el silencio de su carrera sobre la política para instar a sus fanáticos a votar por los demócratas en una elección en Tennessee. Aunque uno de los candidatos preferidos de Swift perdió ante la republicana Marsha Blackburn, Swift respaldó a Biden en 2020. También ha seguido diciéndoles a sus fans que voten en elecciones posteriores, y el registro de votantes se ha disparado en decenas de miles después de cada una de sus publicaciones de Instagram de votación.

Su base de fans es asombrosamente grande: el 53% de los estadounidenses dicen ser fanáticos y el 16% se identifica como “fanáticos ávidos”, según una encuesta de Morning Consult de marzo de 2023.

Lo anterior ha instado a seguir las opiniones de Swift respecto a las elecciones de este año, después de especulaciones sobre a quién podría apoyar en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, la estrella del pop finalmente reveló su respaldo: el derecho al voto en sí.

"Vota a las personas que más te representan para llegar al poder", escribió Swift a sus fanáticos en una historia de Instagram, y es ahora quizás la última oportunidad para evitar que Donald Trump se apodere una vez más de la nominación republicana a la presidencia.

Por lo que por lo pronto es improbable que la opinión de Swift sea el factor decisivo para un votante que se debate entre apoyar a Trump o a Biden, pero es más probable que la superestrella del pop impulse la participación electoral. Y si la revancha entre los dos políticos resulta reñida, el electorado de Swift puede marcar la diferencia porque si Swift logra movilizar a sus fanáticos demócratas o convertir a nuevos votantes al voto de Biden, tendría un impacto en el resultado final de las elecciones en los estados indecisos. El respaldo de Swift es algo que la campaña del presidente Joe Biden espera, según un informe del New York Times. 

Algunos observadores sugieren que, si Swift se involucra en las elecciones de este año, su influencia sobre los votantes jóvenes podría ser especialmente fuerte. 

Tradicionalmente, los jóvenes estadounidenses votan predominantemente por candidatos demócratas. En 2020, los votantes de 18 a 29 años votaron por Biden con un 61%. Trump sólo obtuvo el 37% del voto juvenil. Ha habido muchos problemas internos dentro del Partido Republicano sobre cómo captar incluso el voto conservador joven. Ahora bien, si los jóvenes siguen esa tendencia apoyados por Taylor Swift ya cuentan con ventaja los democrátas.

Los Swifties están organizados y con frecuencia se unen para impulsar la música de su cantante favorita en las listas de éxitos, por lo que es posible que Swift pueda dirigir su energía hacia el apoyo a un candidato. Los ataques de la derecha contra Swift también pueden resultar contraproducentes para los republicanos, ya que sus fans muestran poca piedad con quienes critican a su ídolo.

El respaldo de celebridades a candidatos o partidos políticos puede polarizar la opinión pública. Los fanáticos pueden sentirse impulsados a apoyar a un candidato o causa porque una celebridad quiere lo respalda, incluso si contradice sus creencias políticas.

Algunas personas argumentan que la participación de celebridades en la política puede ser superficial, mientras que otras creen que se debe esperar que utilicen su fama y nombre para defender causas e ideales en los que creen. 

En el entorno dominado por Internet en el que vivimos hoy, es casi imposible no ver las opiniones políticas y el activismo de las celebridades a través de las redes sociales. Aun así, la gente debería formular sus propios puntos de vista sobre temas complejos como la política en lugar de estar de acuerdo ciegamente con las creencias de los demás.  Es crucial que las personas evalúen críticamente los respaldos políticos y las declaraciones hechas por celebridades, consideren múltiples fuentes de información y luego tengan una participación política informada y reflexiva.