Por Diego Iván Santos Barrera
La Asamblea General de la ONU en Nueva York: La Cumbre del Futuro
Este lunes la llamada Cumbre del Futuro concluyó con la aprobación del Pacto homónimo, documento que, acorde con las Naciones Unidas ‘cambiará las reglas del juego internacional’, pues dentro de éste se reafirmó la disposición de los estados miembros para la continuidad de acuerdos previos, rediseñar el sistema multilateral, reestructurar figuras como el Consejo de Seguridad y resolver problemas a largo plazo.
La Cumbre tuvo una duración de dos días, en los cuales se reunieron todos los líderes internacionales (jefes de Estado y de Gobierno) y se comprometieron a adoptar 57 acciones para que lo plasmado en el Pacto no se olvidara en el papel y las letras; las cuales van enfocadas a cinco áreas específicas y estratégicas: el desarrollo sostenible, la paz y seguridad internacional, la ciencia y tecnología, la juventud y generaciones futuras y la transformación de la gobernanza mundial.
A esta Cumbre se le puede dar el carácter de ‘histórico’ debido a uno de sus acuerdos anexos, el Pacto Mundial Digital, establecido como “el primer acuerdo verdaderamente mundial sobre la regulación internacional de la inteligencia artificial”, basado en el principio de que la tecnología debe beneficiar a todos los habitantes del planeta. De la misma manera, otro aspecto a resaltar es la reforma del Consejo de Seguridad con la que se busca atender aspectos que no han podido resolver con la actual administración, como lo es la representación, la eficiencia, la rendición de cuentas, entre otras cosas. Ante lo cual se tomaron decisiones como la ampliación del número total de miembros del Consejo, la incorporación de una cláusula de revisión e inclusive el futuro que le espera a la cuestión del ‘veto’.
La aprobación del Pacto fue un avance en materia de derecho internacional, aunque es preciso señalar que hubo reservas adoptadas por siete países miembros, liderados por la Federación Rusa y que se intentó plasmar en una enmienda no aprobada. Y de la mano con esta interacción rusa, Volodimir Zelensky, se pronunció ante el pleno con un importante mensaje que se puede resumir en que Ucrania jamás aceptará una paz impuesta con Rusia, después de dos años y medio de lucha y defensa de su país. “Los ucranianos nunca lo aceptaremos -nunca lo aceptaremos- ¿por qué alguien en el mundo podría creer que un pasado colonial tan brutal, que no tiene hoy continuidad, podría imponerse ahora en Ucrania en vez de una vida pacífica normal?” dijo el mandatario ucraniano frente a la Asamblea.
La confianza empresarial alemana cae nuevamente
Acorde con el Instituto de Investigaciones Económicas de Múnich, la confianza empresarial en Alemania ha vuelto a disminuir desde el mes pasado, pasando de 86.6 a 85.4 puntos. Esto resulta alarmante debido a que es el cuarto mes consecutivo en el que cae esta cifra y las expectativas de los expertos para el futuro no resultan muy favorables.
El motivo más destacado al que se le ha atribuido este decrecimiento es la menor satisfacción por la situación actual económica de Alemania, pues cada vez está sufriendo más y más presión. Por impactante que parezca, la pandemia de la COVID-19 sigue repercutiendo y teniendo estragos en el país europeo, la crisis energética desencadenada por la guerra ruso-ucraniana, el aumento de intereses que se realizó como ‘antídoto’ a la inflación y el cambio que ha habido en el ambiente comercial son unos de los principales motivos por los cuales el país germano atraviesa esta dura realidad.
Sin embargo, esta confianza no ha afectado a todas las industrias alemanas por igual, a algunas les ha ido peor y otras inclusive apenas y han sentido este ‘Schlag’. Por ejemplo, el sector que más ha resentido esta disminución fue la manufacturera, el más bajo desde el año 2020. Mientras que el sector de hostelería y turismo ha mejorado ampliamente debido a que las expectativas hacia ésta han sido menos escépticas.
Otro aspecto importante que ha favorecido, o que a su vez ha surgido por la propia disminución de confianza es la caída del sector exportador, pues sus índices han pasado de -5.2 a -6.3, especialmente en las industrias metalúrgica y automotriz que son las que más peligro corren de tener pérdidas. La disminución de exportación también va de la mano con la distancia comercial que se ha acrecentando entre la industria alemana y los compradores chinos, por el objetivo nacional alemán de depender menos del gigante asiático; ello ha causado que China le venda más a Alemania de lo que Alemania le vende a China. En conclusión, la situación alemana está teniendo una larga racha de ‘mala suerte’.
El “plan de victoria”: Un nuevo intento para utilizar el arsenal americano
Después de su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky se reunió con su homólogo estadounidense en Washington para hablar de su denominado “plan de victoria” que busca un objetivo claro y concreto: darle fin a la invasión y ocupación rusa.
Este plan resulta importante porque no solo consiste en la entrega más eficiente de armamento, apresurar su adhesión a la OTAN o la entrega de paquetes y apoyos económicos por parte de sus aliados occidentales (especialmente con la llegada del invierno y la crisis que se avecina con el posible ataque ruso a su infraestructura energética), sino también que el gobierno de la Casa Blanca levanté las restricciones impuestas al uso de armamento de largo alcance estadounidense contra objetivos dentro del territorio ruso, cual, para el mandatario ucraniano, puede que cambie las tornas del conflicto a su favor.
Para este punto es necesario recordar que Gran Bretaña y Francia han accedido a que se utilice su armamento de largo alcance (Storm Shadow y SCALP), sin embargo, no se han utilizado debido a que se ‘necesita’ de la tecnología armamentística estadounidense para que resulten efectivos. Y aunque EUA permita la utilización de dicho armamento europeo, lo que realmente busca Ucrania son los misiles ATACMS por su mayor disponibilidad y alcance (300 km, mientras que sus contrapartes europeas llegan hasta 250 km).
El principal motivo por el cual Biden no ha accedido a dichas peticiones es que el conflicto pueda escalar todavía más y las represalias que pueda adoptar el gobierno de Vladímir Putin; lo cual evidentemente deja en desventaja al gobierno ucraniano. La decisión del gobierno estadounidense ciertamente será trascendental e importante para acelerar la mesa de negociaciones (que actualmente se ve muy alejada) o para dejar que la guerra se alargue hasta una fecha incierta, pues, el avance ruso en el Dombás junto con el cansancio de las tropas ucranianas deja una premonición sombría.
La Semana Rusa de la Energía: Un evento que da más preguntas que respuestas
La Semana Rusa de la Energía es un foro de discusión enfocado en el debate de cuestiones acerca del desarrollo en la industria de combustibles y energía, la cooperación y establecimiento de relaciones energéticas a escala mundial. Este foro, según Vladímir Putin es “una de las plataformas internacionales más importantes para debatir cuestiones actuales relacionadas con la energía y la industria de los combustibles.”.
Este foro es esencial tanto para las empresas rusas como para los países que asistieron, una de las empresas que más depende de este foro es ‘Gazprom’, en algún momento el mayor proveedor de gas de la UE, la cual, con el estallido de la guerra ruso-ucraniana tuvo que pivotar a aquellas naciones más adeptas al Kremlin. Por suerte para la industria rusa, esto no ha debilitado gravemente el comercio energético con países como la India y China, los cuales constituyen los mayores importadores de petróleo ruso; sin embargo, dichas relaciones comerciales también conllevan complicaciones. Sobre todo para la exportación de gas, pues, por beneficioso que pueda ser el vender gas ruso al comercio chino, no existen gasoductos funcionales que lo faciliten (y tomará años crearlos).
Otro aspecto importante de la Semana Rusa de la Energía es la participación de los ministros del BRICS, un bloque comercial estratégico conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que buscaban (sin éxito) rivalizar con el G7, que más que nada ha sido utilizada como “plataforma para que los miembros critiquen, a menudo con justificación, la forma en que instituciones como el Banco Mundial, el FMI y el Consejo de Seguridad de la NU marginan al ‘sur global’” en palabras de The Economist.
Por si fuera poco, el presidente ruso, Vladímir Putin ha utilizado este foro no solo para fomentar la inversión y el apoyo a las empresas energéticas rusas, sino para acusar a los países occidentales de imponer restricciones al acceso de tecnologías y servicios por miedo, miedo a una competencia con países en desarrollo. Y que la exportación de los recursos rusos únicamente serán brindados para aquellos países ‘amigos’ que reniegan la discriminación fomentada por Occidente, a la que recurren con pretextos y falsas intenciones de empatía internacional. Ante esta ola de incertidumbre y de opiniones diversas entre cadenas de información, lo único que queda por preguntar es, ¿qué tan reales son estás acusaciones o qué tan influenciadas están las noticias que se dan sobre Rusia?
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